Panfleto.
Nuestros Muchachos
Cuando el compañero Marcos Hernández me solicitó escribiera algo sencillo para el día del Libro y la Lectura me colocó en un compromiso, compromiso con Él y luego conmigo misma por el deseo de decir tantas cosas y con todo lo que tiene que ver con Escribir, por ello decidí hacer algo muy puntual. El Libro, la Lectura y nuestros muchachos.
Insisto y confirmo que escribir para y por los niños es lo más complejo que encuentro. Un reto establecer comunicación con ellos, que son lo más importante que poseemos. Ellos tienen su apreciación de la realidad tal y como en un tiempo, ya lejano, nosotros tuvimos y debe ser respetada; es por ello que reitero debemos saber escucharles.
Hoy día, con acceso directo a la tecnología y teniendo en cuenta que ellos llegaron a un mundo donde todo se obtiene con solo accionar un clic ó click, estamos ante el reto que representa tener la sabiduría para conducirles. Generación a la que le toca combatir con una triada de elementos Salud-Económica-Política que abruptamente han interrumpido su proceso de desarrollo normal.
En estos tiempos del Nunca Jamás ellos han sido arrastrados por esta corriente y el escape lo encuentran en la tecnología; por esa ventana, donde desahogan toda la energía propia que ha sido distorsionada en primera instancia por el efecto económico que cambió su dieta habitual, luego quedan atrapados en la dinámica de una Guerra de Marcas que dio vida a una Pandemia, que no solo incide en la salud del planeta en general sino que interrumpe el ciclo educativo dando como consecuencia un estado anímico de agresión-defensa en nuestros muchachos de manera incontrolable; mal hablados, coloquialismos foráneos, dando como resultado una generación extrañamente idiotizada.
Entonces ¿Qué estamos haciendo con la promesa maravillosa, nueva y fresca que es la Generación de Relevo? Como persona que escribe y promueve la lectura apelo a los Libros como herramientas de salvación. Saber establecer el canal comunicativo con nuestros niños y adolescentes; afinar la capacidad de atención para que podamos devolver algo de lo que siempre fue nuestra rutina tanto en el hogar, la escuela como la comunidad y así poder salvar al tan cacareado Hombre del Mañana.
Maigualida Pérez Paredes
